Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
En este momento, mujeres de todo el mundo sufren por amor soñando con un modelo de hombre que no existe, con una pareja ideal como tabla de salvación. Gracias
info
En este momento, mujeres de todo el mundo sufren por amor soñando con un modelo de hombre que no existe, con una pareja ideal como tabla de salvación. Gracias a la educación recibida, a la sociedad, a los cuentos de hadas, al cine de Hollywood, a la herencia religiosa, a un larguísimo etcétera han conseguido volvernos adictas a la droga del amor, al milagro romántico, a la satisfacción de esa utopía individual. Todos estos relatos parecen inocentes, pero en realidad no lo son. Como afirma Coral Herrera, al patriarcado le conviene que permanezcamos encadenadas a esta ilusión, porque mientras nos abracemos a ella, permaneceremos débiles y no volveremos la mirada hacia lo que verdaderamente importa: que las mujeres unidas, empoderadas en busca del bien común, pueden resultar muy peligrosas para el sistema. Este libro es una invitación a sufrir menos y a disfrutar más del amor. Una invitación a que hombres y mujeres se deshagan de sus antiguos roles, de sus viejas penas y, con ilusión y rebeldía, avancen decididos hacia su libertad. Desembarazarse del mito del amor romántico no es fácil: conlleva un proceso lento, un viaje interior convulso, pero también apasionante. Porque no, las mujeres no somos sufridoras por naturaleza y sí, otras formas de amarse son posibles.